martes, 5 de febrero de 2008

Mi ángel de la guarda


Ocurra lo que ocurra,
pase lo que pase...,
nunca olvides esta frase,
es lo que mi amor te susurra:

22

Te quiero más que a mi vida,
y hasta después de la muerte,
dormiré, y cuando despierte,
aun entonces, no habrá despedida.

22

Estarás conmigo, a mi lado,
acariciando mis mejillas,
“besándome”, entre comillas,
no dando esto por acabado.

22

Serás mi ángel de la guarda,
mi último amor eterno,
el calor de mi invierno,
el único fuego que en mí arda.

22

Sin descanso lo alimentaré,
reavivaré día a día las brasas,
seguiré poniendo dos tazas,
y tomaremos como siempre un té.

22

No, no te habrás ido,
si vives en mí, te quedarás,
tú también me sentirás
aunque te hayas dormido.

22

Ven, mi amor, no sufras más,
reposa aquí en mi pecho,
nos queda un largo trecho...
¡Tiempo hay de mirar atrás!.

2222

Fontana