Déjame quedar a solas,
quiero saber si te necesito,
marcaste en mi vida un hito,
dejándome llevar por las olas.
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Deja que me equivoque, sola,
que la noche me sorprenda,
quizás con ello comprenda,
la verdad que me asola.
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Déjame estar en silencio,
paz clama mi alma al cielo,
para tener los pies en el suelo,
y un nuevo amanecer, presencio.
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Deja que mi vuelo siga su curso,
no cercenes mis alas dañadas
y, aunque las tuve atadas,
nunca nadie las retuvo.
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Fontana
