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Tres pasos me conducen a ti,
el amor, la paz y la vehemencia,
tres pasos que no sé dar sin ti,
si me faltas, contigo marcha mi conciencia.
22
Amor, un paso corto y continuado,
un llegar, sin apenas darte cuenta,
lento, aunque muy accidentado
y, agradable, cuando pasa la tormenta.
22
Paz, una zancada tomando un atajo
hasta encontrarse con la armonía,
por si ésta se distrajo
y, a medio camino, se cruzó con la rebeldía.
22
Vehemencia, un paso acelerado, sin rumbo,
desoyendo las leyes del conocimiento
y aun dando tumbo tras tumbo,
de insania, siempre se está sediento.
2222
Fontana
Es La Alberca un pueblo de la sierra murciana
donde tuve el privilegio de nacer,
y aunque no me vio crecer,
sus aires me criaron lozana.
22
La iglesia Ntra. Sra. del Rosario,
a los quince días, me dio sus aguas,
y entre pinos y enaguas
cumplí mi primer aniversario.
22
Otro más había de llegar
para dejar atrás esos verdes pinos,
esos amaneceres cristalinos,
ese sonido del viento tan peculiar.
22
Cuando a mi pueblo vuelvo, hoy,
por dentro me invade la añoranza,
entre esos pinos y yo, existe una alianza,
creo que ellos me hicieron como soy.
2222
Fontana
Llegaste un día cualquiera
para curar mis males,
fuiste inspiración de madrigales,
versos que dormitaban en mi cabecera.
22
Revestido de dulzura musitaste:
-Te ofrezco mi intimidad en un vals-
Desde entonces, nada fue igual,
de amor mi vida colmaste.
22
Pasa el tiempo y ese recuerdo no cesa,
esas siete palabras se renuevan,
nieve, truene, o llueva...,
al oirlas..., me hice esa promesa.
22
Llegaste, y nunca de mí te has ido,
dime que hoy estás aquí, que has venido,
dime que el tiempo se ha detenido.
2222
Fontana
Vives, Sol, en mi tierra, en sus vides,
buscando de la noche el fresco en manantiales
del día con alegría te despides
durmiendo en los arrozales.
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Sol que haces de la sombra un gusto
cuando a la tarde te sosiegas,
sol de justicia y robusto
cuando acompañas la siega.
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Tierra que, bañada de sol,
hace a sus gentes ardientes,
reflejo, farol de todo español,
de charol vuelves el agua de sus fuentes.
22
Murcia, ciudad donde el Sol se asienta,
el azahar reverbera tus destellos,
el ambiente huele a hierbabuena y menta
cuando cada día nos tocan tus cabellos.
2222
Fontana
Sí, me marcho, mi vida,
me voy antes de hacerte más daño,
todo ha supuesto un error de tal tamaño,
no debimos darnos la bienvenida.
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Tú y yo en nada congeniamos,
eres diferente a como yo te había pensado
eres poco curioso y reservado,
no hay nada que en común tengamos.
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La vida es algo más que decir te quiero,
es compartir problemas y ambiciones,
abrirse por entero, sin contenciones,
es surcar el mar en el mismo velero.
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Adiós, mi esperanza perdida y soñada,
en ti queda mi amor puro y sincero,
adiós, mi amor verdadero...,
queda tu palabra en mi alma bordada.
2222
Fontana
Por esos mismos caminos del viento
por los que un día tú pasaste,
por esos mismos laberintos,
hoy salgo yo a buscarte.
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¿Perderme? No,
sólo he de seguir tu aroma,
esa dulce voz que tanto me dio
y que un día, para llegar, se hizo paloma.
2222
Fontana
Quienes entran en mi mundo
todos tienen mi permiso,
pensador, inculto, rico, vagabundo,
negro, mestizo, sano o enfermizo.
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Presa soy del ser humano,
me sorprende, me emociona y me cautiva
aunque sepa de antemano
que con más de uno iré a la deriva.
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Ofrezco mis blancas manos
para que otras florezcan sin temor,
en eso consiste entregarnos,
dar y recibir, sin ser acaparador.
2222
Fontana
Háblame de las veces que has sentido
los azotes de la tristeza y el vacío,
las veces que encallaste en el bajío
al saberte anulado y desprotegido.
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Háblame de las veces que no has podido
alcanzar la dicha y el contento,
las veces que sin esperanza ni aliento
sentiste no ser el elegido.
22
Háblame de las veces que has querido
que unos ojos te mirasen,
las veces que amaste y deseaste que te amasen,
y ese amor, no fue compartido.
22
Háblame de eso que punzándonos el alma,
alguna vez, todos hemos sentido,
háblame, amigo...,
tu dolor, si es el mío, más ligero anda.
2222
Fontana
Desde este oscuro túnel que a diario me acompaña
al fondo veo mi corazón en la nada,
envuelto en espesa telaraña,
preso en el espino de una alambrada.
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Ungüento eres para esta alma extraviada,
alivio en mis horas de vigilia,
de aire, una bocanada,
el que de mi pecho, el dolor exilia.
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Por ti, mis alas recobraron su plumaje
y aquellos ocres y fríos días
hoy los cubre un verde y cálido follaje
siendo el centro de mis fantasías.
22
Cada noche, me vistes de alegría,
para ornarme, siempre tienes un traje nuevo,
me lleno de tu compañía
y, a pequeños sorbos la noche me bebo.
2222
Fontana
Me he dejado la vida buscando la esperanza perdida,
las jornadas ya no son de veinticuatro horas,
mañanas y noches se vuelven incoloras,
la vida..., es la vida que pasa enseguida.
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La mirada escondida tras la sombra,
desde lo alto, La Luna la ilumina
en un titánico esfuerzo por rasgar la cortina,
y de nuevo, la esperanza me roba.
22
Me he dejado la piel por conseguirla,
hurgando perdí la audacia que tenía,
burla tras burla y con alevosía
la vida ha ido arrancando hasta la última esquirla.
22
La intención, ahora, no basta...
¿Con qué contaré al final de mis días
cuando las fuerzas reduzcan mis energías,
si hoy, a mis años, la desesperanza me aplasta?
2222
Fontana
Saltando voy de piedra en piedra,
no me debo mojar,
porque a veces, por sorpresa la pleamar
hace estragos y en mí medra.
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Esquivando el fuego donde quema,
temiendo no poder sanar,
con ligereza me alejo sin vacilar,
tranquilamente, con flema.
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Este bajel que es mi vida,
hace años encalló en un mar
y el ancla es el collar
que impide mi partida.
22
No te debo querer, aun siendo mi savia,
eres el árbol que brotó bajo mis pies,
serás sustento en mi vejez
y de mi navío, la gavia.
2222
Fontana
Tras la balaustrada de tu boca
quisiera yo instalarme,
sentir que tu lengua me toca
sin dejar de acariciarme.
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Dulce cárcel que me seduce,
barrotes de los que no me quiero zafar,
delicioso túnel que me conduce
a la ruidosa orilla del mar.
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Sabor de las mieles más exquisitas,
morada de rico panal,
ermita de nuestras citas,
tu boca, todo tú..., proverbial.
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Del alba hasta el anochecer
sólo ahí quiero estar,
ser tu vida, tu mujer
y, en el mar de tu boca, varar.
2222
Fontana
Dime un lugar donde no estés,
todos me llevan a tu mención,
cualquier camino, cualquier doblez
llama por ti mi atención.
22
Dónde está ese lugar donde ser yo,
donde pueda vivir sin preguntarme
en quién, y por qué me convirtió
en su apéndice, si sólo quiso amarme.
22
Dónde está esa bifurcación
donde de una vez por todas, pueda separarme,
no deseo sentir por ti adoración
sin por ello tener que asfixiarme.
22
Dime un lugar donde no estés,
dímelo, para no ir a visitarlo,
te quiero, te quise, hoy, ayer, y después...,
no digas nada... ¡Déjame disfrutarlo!
2222
Fontana
¡Tantas veces me he embriagado
bebiendo tu néctar hasta el final!
Pero jamás me he cansado
y en cada borrachera me he enamorado
y no de manera casual.
22
Me desatina el nácar que destilas,
me engrandece saber que siempre estás,
empapas de vida mis pupilas
porque sé que vigilas
el no quedarte atrás.
22
El Sol, cuando te aproximas, me viene a visitar,
me incendias cuando te acercas,
soliviantas mi palomar,
endulzas mi paladar
y, en torrenteras brotan mis albercas.
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Contigo..., todo es disfrutar,
los claveles se abren a tu paso,
vuelven a verdear
y empiezan a reventar
buscando de amor un retazo.
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Fontana
Quiero contarte en soledad y con calma
las tristes hazañas de mi dolor,
las veces que quiso llorar mi alma
y todo quedó en mi interior.
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¡Cuántas veces vi tu dedo acusador,
tantas, o más, como días yo te quise!
He tenido que hacerme mayor
para liberarme de lo que no hice.
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La cresta de la esperanza tocó fondo
arrebatándome lo poco que tenía,
me sepultó en lo más hondo
haciéndome más fría.
22
Hoy, la cresta de aquel dolor...,
hoy que soy mayor,
es la ola que llega, se aleja,
se pierde en el horizonte y nada refleja,
no hay mal, todo es anterior,
un agua pura me dio verdor...,
siendo hoy mi pareja.
2222
Fontana
Una segunda oportunidad llamó
hace tres días, expectante a mi puerta,
ante mí se abrió el mar y la huerta
al comprobar que educadamente insistió.
22
Cruzamos disculpas y sonrisas,
amagos de continuar con intención
sin saber que ambos con antelación
ya habíamos disfrutado de nuestras brisas.
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El destino es generoso y complaciente,
une a quienes por error, no se dijeron adiós,
pulula por nuestras mentes y es portavoz
de una lograda amistad incipiente.
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Me rindo al azar y a la sorpresa,
me inclino ante ti, Amigo generoso,
por tu buen hacer y carácter animoso,
segura estoy de que este reencuentro no me pesa.
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Fontana
Hoy te vuelvo a escribir
recordando nuestras lunas,
no puedo concebir
la vida si no me acunas.
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Si no te vivo,
no vivo en mí,
si no te escribo,
no sé vivir.
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Hoy tu imagen me reanima,
no has dejado de existir,
estás en cada rima,
en cada flor por abrir.
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Si no te siento,
resuenas en mí,
no te miento,
sin ti no sé vivir.
22
Hoy la pluma está de verbena,
saltarina por ti,
rubricó tu nombre en la arena
en espera de esa ola que te traiga hasta mí.
2222
Fontana
Tres pasos me conducen a ti,
