viernes, 29 de agosto de 2008

Verdes pinos, vientos de añoranza


Es La Alberca un pueblo de la sierra murciana
donde tuve el privilegio de nacer,
y aunque no me vio crecer,
sus aires me criaron lozana.

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La iglesia Ntra. Sra. del Rosario,
a los quince días, me dio sus aguas,
y entre pinos y enaguas
cumplí mi primer aniversario.

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Otro más había de llegar
para dejar atrás esos verdes pinos,
esos amaneceres cristalinos,
ese sonido del viento tan peculiar.

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Cuando a mi pueblo vuelvo, hoy,
por dentro me invade la añoranza,
entre esos pinos y yo, existe una alianza,
creo que ellos me hicieron como soy.

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Fontana