Tres pasos me conducen a ti,el amor, la paz y la vehemencia,
tres pasos que no sé dar sin ti,
si me faltas, contigo marcha mi conciencia.
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Amor, un paso corto y continuado,
un llegar, sin apenas darte cuenta,
lento, aunque muy accidentado
y, agradable, cuando pasa la tormenta.
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Paz, una zancada tomando un atajo
hasta encontrarse con la armonía,
por si ésta se distrajo
y, a medio camino, se cruzó con la rebeldía.
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Vehemencia, un paso acelerado, sin rumbo,
desoyendo las leyes del conocimiento
y aun dando tumbo tras tumbo,
de insania, siempre se está sediento.
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Fontana
