¡Tantas veces me he embriagadobebiendo tu néctar hasta el final!
Pero jamás me he cansado
y en cada borrachera me he enamorado
y no de manera casual.
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Me desatina el nácar que destilas,
me engrandece saber que siempre estás,
empapas de vida mis pupilas
porque sé que vigilas
el no quedarte atrás.
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El Sol, cuando te aproximas, me viene a visitar,
me incendias cuando te acercas,
soliviantas mi palomar,
endulzas mi paladar
y, en torrenteras brotan mis albercas.
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Contigo..., todo es disfrutar,
los claveles se abren a tu paso,
vuelven a verdear
y empiezan a reventar
buscando de amor un retazo.
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Fontana
