Grito callado

Rosal espinoso y deshojado,
fría lluvia sin piedad,
pensamiento sin culmen, abandonado,
roca expuesta a la adversidad,

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canto que mucho ha rodado,
alma rasgada por la ansiedad,
dama de un tablero figurado,
vida que vence la edad,

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boceto de un lienzo inacabado,
una fecha de caducidad,
un reto del tiempo olvidado,
un paso sin voluntad,

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un mar profundo y salado
a la espera de la tempestad,
un trasto en el suelo tirado,
sin vida, ni beldad.

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Fontana

Búscame…

Búscame en los confines del recuerdo,
en las grises tardes de tu dolor,
en tu alocado pensamiento más cuerdo,
en el fuego más abrasador,

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en las horas que aún no han pasado,
en los meandros de la razón,
en las dalias de tenue matiz sonrosado,
en las graves notas de un trombón,

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donde el viento silencioso retorna,
allí donde mana la luz,
allí, donde el amor nos adorna
o nos viste con su cruz.

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Búscame en las líneas de tus manos,
búscame…, búscame en tu corazón,
ocupo paralelos y meridianos,
cualquier recoveco, cualquier rincón.

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Fontana

Cencio y estío

Se aproxima un temporal de frío,
huraños vientos me vienen a visitar,
ahí afuera, un cencio glaciar
pero en mi corazón reina el estío.

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Tal es mi bienestar
que, ni un sólo recodo siento sombrío,
todo tengo, nada ansío,
ninguna colina, hay, por allanar.

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En mí no existe cuenco vacío,
ni prado por verdear,
ni nuevas líneas que trazar,
ni quiero cambiar de atavío.

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Por un agradable céfiro me dejo llevar
para luego encallar en tu bajío
y arrastrada por tu sinuoso río,
como siempre, en tu corazón recalar.

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Fontana