martes, 19 de agosto de 2008

Cada noche me vistes de alegría


Desde este oscuro túnel que a diario me acompaña
al fondo veo mi corazón en la nada,
envuelto en espesa telaraña,
preso en el espino de una alambrada.

22

Ungüento eres para esta alma extraviada,
alivio en mis horas de vigilia,
de aire, una bocanada,
el que de mi pecho, el dolor exilia.

22

Por ti, mis alas recobraron su plumaje
y aquellos ocres y fríos días
hoy los cubre un verde y cálido follaje
siendo el centro de mis fantasías.

22

Cada noche, me vistes de alegría,
para ornarme, siempre tienes un traje nuevo,
me lleno de tu compañía
y, a pequeños sorbos la noche me bebo.

2222

Fontana