martes, 26 de febrero de 2008

Imaginé...



Imaginé, imaginando por imaginar,
que tú a mi vida te ibas acercando,
y en mi imaginación te fui formando
con rayos de sol, flores de azahar,
resplandor de luna reflejado en el juncar,
mojándote iban las aguas de mi río
y, al despojarte de todo tu atavío
manaba una fuente de agua cristalina,
hermosa visión que guardo en mi retina,
llegaste a mí como frescas gotas de rocío.

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Fontana