Hay veces que mastico tu nombre
queriendo encontrar tu sabor,
ansiando percibir tu agradable olor
ese aroma que sólo tiene un pronombre.
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Le doy vueltas y más vueltas en la boca,
es un verdadero placer esa sensación,
mi lengua estalla en infinita agitación
y es que tu nombre me vuelve loca.
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Qué regusto le saco siempre a tus sílabas,
aunque éstas sean muy pocas.
¿Imaginas lo que siento cuando me tocas?
es entonces cuando mis manos se ponen bravas.
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Deja que mi paladar exprima tus vocales,
que les saque hasta la última gota,
y entonces, ya no podrás decir ni "jota"
ya no te quedarán consonantes ni iniciales.
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Fontana