lunes, 7 de enero de 2008

Dos líneas que nunca convergen ‏


Somos como dos líneas paralelas,
nuestras vidas no llegarán a juntarse,
siendo almas gemelas, no tienden a aunarse
aun ardiendo a un tiempo nuestras candelas.

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Tú vas por un borde de la calle,
yo camino por el de enfrente,
y cada día la distancia es más patente,
mientras subes tu montaña, yo sigo por mi valle.

22

Pero insistimos y continuamos hablando,
no dejando que esto acabe,
y es que ya se sabe...,
somos débiles y blandos.

22

Si la vida nos pone a examen...,
alguna razón ésta tendrá
para dejar que esto se alargue... ¡Ella sabrá!
No seré yo quien contradiga su dictamen.

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Fontana