lunes, 15 de octubre de 2007

Sinfonía concertante



Eres mi sinfonía concertante,
lo eres en todos sus movimientos,
en cada uno de sus acordes lentos...,
eres mi efecto calmante.

22

Mozart es en mí tu recuerdo,
Strauss fue nuestro delirio,
el no poder bailar, un martirio,
entre bosques apacibles, me pierdo.

22

Bacarisse, su concertino para guitarra,
con él ante mí te presentaste
y en mi vida te instalaste
haciéndome soltar la amarra.

22

Juntos por la música navegamos,
mis oídos sensibles a sus notas
volaban hacia ti como gaviotas
y, en nuestra fantasía, bailamos.

22

Anduvimos por verdes parajes,
calmos arroyos nos contemplaron,
aguas bravas nos incitaron
desatando pasiones salvajes.

22

Bésame..., me decías...,
al principio, en mi desconcierto,
no podía creer que fuera cierto,
me asombraba lo que pretendías.

22

El Danubio Azul nos arropaba,
tu boca, tan próxima a la mía,
haciéndome olvidar mi cobardía,
fue ahí, cuando supe que te amaba.

22

Nuestras bocas se fundieron,
nuestras vidas se juntaron,
nuestras almas se amaron,
nuestros cuerpos, consintieron.

22

Ahora sé que te tengo,
con nadie tendré que compartirte,
tú me tienes y yo quiero sentirte,
hoy, ante nada me detengo.

2222

Fontana