Noches hubieron de amor,de requiebros y embelesos,
y eso que nos unió a los dos
tristemente hoy nos dice adiós,
se acabaron risas y besos.
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En estos dos años vividos
te quise hasta la extenuación,
así pues, no son perdidos,
quedan en mi alma adheridos
y en la letra de nuestra canción.
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Triste estoy, sí, es muy cierto,
mis ojos se llenan de lágrimas
cada día cuando despierto,
y al llegar la noche me convierto
en alguien muerto entre ánimas.
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Mi vida son tus quereres,
y aunque pienses que los desaíro,
con ello más relevancia adquieres
porque de entre todas las mujeres,
afirmas que sólo yo te atraigo.
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Mi deseo para ti, el mejor, mi vida,
he aquí un poema para una poesía
que entre llantos y amor tejida
nunca del odio ni el rencor nacida
y, escrita por quien que te quiere todavía.
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Fontana
