domingo, 9 de diciembre de 2007

A una carta




Que mi culpa ya no es mi culpa,
que mi vida ya no es mi vida,
y es que, todo lo que este corazón anida,
el amor..., todo lo exculpa.

22

Que las causas ya nada importan,
que los errores, eternamente se pagan,
las heridas abiertas, se llagan,
esas afiladas hojas, nos cortan.

22

Que las penas, nos acompañan,
que los amores, son pasajeros,
los recelos, malos consejeros,
y las falacias..., siempre nos dañan.

22

Los pensamientos siembran la duda,
el corazón, los descarta,
y con frecuencia nos jugamos a una carta
la fe, la esperanza, de esta realidad testaruda.

2222

Fontana