Guardo dos pétalos de las últimas flores que tus ojos vieron,
esas que adornaron la mesita junto a tu cama,
son el tesoro de este amor que clama
cuando abro el libro que los contiene, todas las mañanas.
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También conservo tus notas que tan celosamente guardabas,
eran nuestros secretos, secretos del alma,
aun hoy, cuando las leo, me punzan el corazón,
son mis recuerdos, la vida guardada en un rincón.
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Recuerdo tus historias, tu vida contada a retazos,
fueron muchos coletazos los que la vida te dio,
pero siempre seguiste adelante con fuerza y valentía,
hasta que un mal día, esa fuerza te abandonó.
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Nuestro cariño no quedará para los anales de la historia,
pero para mí, queda en mi memoria todos los días que te conocí,
unos piensan que te perdí, pero estás aquí, y tienes mi fervor,
te guardo en este libro, en mi pensamiento y en toda tu gloria.
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Fontana
