miércoles, 30 de julio de 2008

Vejez


La primera arruga en la piel
siempre se recibe con sorpresa
porque no es el surco lo que pesa
sino los años cayéndonos a granel.

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Compramos unos nuevos ojos para ver,
disimulamos las hebras plateadas
que nos dieron tantas alboradas
¡Pero nunca seremos ayer!

22

Aquellos niños, son nietos,
son quienes nos hacen envejecer,
son preludio de nuestro anochecer
al verlos crecer inflexibles como abetos.

22

El paso de la edad no deja nada al azar,
pies y manos ralentizan los actos,
se vuelven torpes y abstractos,
de paciencia te has de colmar.

22


Cuando el tiempo se agota...
¿Se puede ser paciente, resignado,
una vela arriada, un objeto inanimado?
Cuanto menos queda, más deseas ser gaviota.

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Fontana