martes, 7 de abril de 2009

A una voz llena de melancolía


Voz de melancolía,
triste como el tañer de una campana,
igual que viniste un día,
hoy, te vas con desgana.

22

Querida Mari Trini, paisana,
tu silencio más que nunca es poesía,
hacia el cielo partiste de mañana
cantándole al amor, como sólo tú sabías.

22

Gimiendo queda la melodía,
nunca fuiste esa que el mundo imaginaba,
tras tu quietud bullía una mar brava
que nunca quedó desierta ni vacía.

22

Tu tierra, que es la mía, te quería,
apenadas tus canciones, lloran tu partida,
aunque, esto no es una despedida,
sé que desde lo alto nos cantarás al despuntar el día.

2222

Fontana