viernes, 26 de septiembre de 2008

Guárdenos Dios...


Guárdenos Dios de listos y sabihondos
porque hay que tener baja estima
ante esta gente de ignorancia supina
que de saber se ven orondos.

22

Guárdenos Dios de la envidia cochina
que sólo consume la débil mente,
nos hace desear lo tiene el de enfrente,
y lo propio, lo cubre la neblina.

22

Guárdenos Dios de la farsa y la mentira
que para llenar de trofeos la vitrina
arrimamos el ascua a nuestra sardina
para que arda, de lo contrario, expira.

22

Guárdenos Dios del odio, de esta toxina
que nos hace levantar el hacha,
que la sed de venganza nos emborracha
y esto no lo cura una aspirina.

22

Guárdenos Dios del orgullo incontenible
que roe, daña, envenena y asesina,
socava el alma dejándola como una mina,
es la mecha de un bidón de combustible.

22

Aunque... Guárdenos Dios...,
de no parecer humanos,
de no lavarnos cuando nos manchamos,
de no poder alzar la voz,
de no perdonar, chocándonos las manos
¡Guárdenos..., guárdenos Dios!

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Fontana