miércoles, 16 de abril de 2008

Dejémoslas salir


Quisiera escribir algo tan bonito que...,
cualquiera que lo leyera no sospechara ni por un momento
que las letras que aquí se reflejan son producto de mi pensamiento.

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Pero luego, después, siempre que escribo me cuesta dejarlo ver
y eso, sin duda, es fruto de mi timidez.

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Es difícil desnudarte el cuerpo, el rubor te sube a la cara,
quieres desnudar el alma pero el alma se esconde, es rara,
todos guardamos un compromiso, un algo que nunca aclaras.

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Somos muy celosos de nuestros adentros
observamos desde fuera para que nadie nos entre dentro.

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Enjaulamos nuestras ideas para que no se oiga el lamento,
no queremos que salgan pero, saltan de nuestro pensamiento,
en sueños las reproducimos y después, las vivimos despiertos.

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Se nos ensancha el pecho, el corazón empieza a latir
late y late tan fuerte que..., hay que dejarlas salir,
y..., es que tú las escondes, pero ellas quieren huir.

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Dejémoslas pues que salgan, que griten, que digan...
¡Somos ideas sin tacha y merecemos vivir!

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Fontana

Estas letras fueron las primeras escritas en mi, llamémosle, segunda etapa, las anteriores se han ido perdiendo en el tiempo y las mudanzas. Nunca lo he dicho porque jamás apostillo nada pero, esta vez comentaré: Perdonad mi torpeza, si al leerme, no sentís, o, no transmito nada.