Después de estos días de asueto
donde cuerpo y mente se laxa
vuelvo de nuevo a casa
y me encuentro con tu soneto.
22
“Novia de tu soledad”, me llamas,
ángel azul llegado del cielo, te respondo,
en mí reparas, y en ti me escondo
para hacer de nuestro vivir una amalgama.
22
Romper quiero tu triste encierro,
hacerlo estallar en mil cachitos,
recoger cada uno de los pedacitos
en una cajita, y ponerlos camino del destierro
22
echándola al cauce de un profundo río,
y a la deriva, cuando llegue a mar abierto
el tiempo y la pleamar la regresará a puerto
vacía de soledad, desconsuelo y frío;
22
la recompondremos llenándola de alegría,
dulces palabras, alborozos,
de inacabables días luminosos,
de puestas y amaneceres, en ésa, nuestra bahía.
2222
Fontana
donde cuerpo y mente se laxa
vuelvo de nuevo a casa
y me encuentro con tu soneto.
22
“Novia de tu soledad”, me llamas,
ángel azul llegado del cielo, te respondo,
en mí reparas, y en ti me escondo
para hacer de nuestro vivir una amalgama.
22
Romper quiero tu triste encierro,
hacerlo estallar en mil cachitos,
recoger cada uno de los pedacitos
en una cajita, y ponerlos camino del destierro
22
echándola al cauce de un profundo río,
y a la deriva, cuando llegue a mar abierto
el tiempo y la pleamar la regresará a puerto
vacía de soledad, desconsuelo y frío;
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la recompondremos llenándola de alegría,
dulces palabras, alborozos,
de inacabables días luminosos,
de puestas y amaneceres, en ésa, nuestra bahía.
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Fontana