skip to main |
skip to sidebar
Jugando el azar estaba, sí,
y éste tan caprichoso
quiso poner ante mí
un rayo tan vivo y luminoso
22
que mi corazón codicioso
no pudo por más que sucumbir
ante semejante ser fabuloso
pues, de mi vida, es el elixir.
22
Fácil fue, mi puerta abrir,
un mundo de fantasía
hizo mis alas batir
dándome, a la vez, armonía;
22
paradoja, es, o tal vez brujería,
no sé qué tiene este sol
que me deslumbra en la lejanía
y pierdo por él control
22
pues, todo en él se aglutina cual crisol
fundiendo el amor con la vida
haciendo que se encienda el farol
y dejando que el deseo decida.
22
Mi vida, en la tuya está detenida,
no la concibo sin aquel azar
que un día me halló estando hundida
y me hizo de nuevo bogar.
2222
Fontana
En la cárcel de mi ser, vivo,
de huesos desgastados, mis barrotes,
amarguras, sinsabores libo
pues, mi corazón quedó cautivo,
a medio germinar marchitaron mis brotes.
22
Funesto sinvivir que no se apiada
de este frágil embalaje que me tapa,
la pena permanece a mí agarrada
desde el ocaso a la alborada,
siempre prendida en la solapa.
22
Libérame, tú que puedes, de esa aldaba,
de la oscuridad que en mí enquistada
me hace de las tinieblas, esclava,
llévame de vuelta a tu alcazaba,
de libertad, quiero inhalar una bocanada.
2222
Fontana
Navegantes sin puerto ni rumbo,
así la vida nos podría describir a los dos,
pues vamos ambos de tumbo en tumbo
en este agitado océano, en nuestro navío veloz.
22
Nadie nos tomó la delantera,
fue, quizá, que el timón de nuestra nave
no supo dar con la ruta, ni la clave,
arriando, antes de tiempo, la bandera.
22
Las coordenadas se alían con el fracaso
y un mar de fondo nos arrastra,
y hoy, que el amor es tan frágil y escaso,
en la orilla, abandonado queda como una pulida lastra.
22
Aunque... ¡No tan malos timoneles somos!
Nos desviamos con el primer reflujo que encontramos,
nos decimos adiós, pero, no nos marchamos,
esmerilamos los vértices para seguir eternamente romos.
2222
Fontana
Envíame desde el cielo un te quiero
que recorra todo mi cuerpo
hasta el centro por el que trepo
para llegar al infinito donde te espero.
22
No quiero hablarle a la tierra
sino al cielo que tiene tus negros ojos
prisioneros bajo cuatro cerrojos
tras esa puerta que te encierra.
22
Háblame desde esa estrella,
desde ese pico del que te balanceas
meciéndote entre azaleas,
camelias blancas y centellas.
22
Envíame un rayo de sol en el que se lea:
Te quiero, con vida y sin ella,
en mí dejaste tal huella
que no la borra ni la más violenta marea.
2222
Fontana
Ayer me aventuré, allende los mares,
y cruzando el Atlántico te encontré
entre girasoles, trigos y olivares,
Tres Arroyos..., de ello dan fe.
22
Bienhechor Abel, ante vos me rindo,
sos campo, río, urbe y playa,
fresco y dulce como el tamarindo,
un buen argentino donde los haya.
22
Tu peculiar deje tomo prestado
con licencia de la castellana poesía,
y es que con él me has prendado
como también lo hizo tu galantería.
22
Desde hoy, esperaré junto a este puerto
el regreso de ese barco que a mi bahía llegó,
con el corazón de par en par abierto
para estrechar la mano, que a la mía se ciñó.
2222
Fontana
Después de estos días de asueto
donde cuerpo y mente se laxa
vuelvo de nuevo a casa
y me encuentro con tu soneto.
22
“Novia de tu soledad”, me llamas,
ángel azul llegado del cielo, te respondo,
en mí reparas, y en ti me escondo
para hacer de nuestro vivir una amalgama.
22
Romper quiero tu triste encierro,
hacerlo estallar en mil cachitos,
recoger cada uno de los pedacitos
en una cajita, y ponerlos camino del destierro
22
echándola al cauce de un profundo río,
y a la deriva, cuando llegue a mar abierto
el tiempo y la pleamar la regresará a puerto
vacía de soledad, desconsuelo y frío;
22
la recompondremos llenándola de alegría,
dulces palabras, alborozos,
de inacabables días luminosos,
de puestas y amaneceres, en ésa, nuestra bahía.
2222
Fontana
Yo persigo un sueño
que por muy soñado, nunca alcanzo,
sueño en el que veo un remanso
de agua, y en el centro, ardiendo un leño.
22
Tibias mis horas se ondulan
en esa laguna sin olas,
reverberan notas de cien pianolas
y miles de mariposas por mi interior pululan.
22
Calma, mi vida, está a mis años,
se despereza en un prolongado bostezo
que se ahoga en ese fluido espeso
que son tus ojos castaños.
22
Asirme, busco, a esa antorcha ardiente
que en el centro de la charca flamea,
emerger, corchea tras corchea
y, miles de mariposas me muestren un sol naciente.
2222
Fontana