Jugando el azar estaba, sí, y éste tan caprichoso quiso poner ante mí un rayo tan vivo y luminoso
22
que mi corazón codicioso no pudo por más que sucumbir ante semejante ser fabuloso pues, de mi vida, es el elixir.
22
Fácil fue, mi puerta abrir, un mundo de fantasía hizo mis alas batir dándome, a la vez, armonía;
22
paradoja, es, o tal vez brujería, no sé qué tiene este sol que me deslumbra en la lejanía y pierdo por él control
22
pues, todo en él se aglutina cual crisol fundiendo el amor con la vida haciendo que se encienda el farol y dejando que el deseo decida.
22
Mi vida, en la tuya está detenida, no la concibo sin aquel azar que un día me halló estando hundida y me hizo de nuevo bogar.
2222
Fontana
martes, 19 de mayo de 2009
En la cárcel de mi ser, vivo, de huesos desgastados, mis barrotes, amarguras, sinsabores libo pues, mi corazón quedó cautivo, a medio germinar marchitaron mis brotes.
22
Funesto sinvivir que no se apiada de este frágil embalaje que me tapa, la pena permanece a mí agarrada desde el ocaso a la alborada, siempre prendida en la solapa.
22
Libérame, tú que puedes, de esa aldaba, de la oscuridad que en mí enquistada me hace de las tinieblas, esclava, llévame de vuelta a tu alcazaba, de libertad, quiero inhalar una bocanada.
2222
Fontana
lunes, 11 de mayo de 2009
Navegantes sin puerto ni rumbo, así la vida nos podría describir a los dos, pues vamos ambos de tumbo en tumbo en este agitado océano, en nuestro navío veloz.
22
Nadie nos tomó la delantera, fue, quizá, que el timón de nuestra nave no supo dar con la ruta, ni la clave, arriando, antes de tiempo, la bandera.
22
Las coordenadas se alían con el fracaso y un mar de fondo nos arrastra, y hoy, que el amor es tan frágil y escaso, en la orilla, abandonado queda como una pulida lastra. 22
Aunque... ¡No tan malos timoneles somos! Nos desviamos con el primer reflujo que encontramos, nos decimos adiós, pero, no nos marchamos, esmerilamos los vértices para seguir eternamente romos.
2222
Fontana
domingo, 10 de mayo de 2009
Envíame desde el cielo un te quiero que recorra todo mi cuerpo hasta el centro por el que trepo para llegar al infinito donde te espero.
22
No quiero hablarle a la tierra sino al cielo que tiene tus negros ojos prisioneros bajo cuatro cerrojos tras esa puerta que te encierra.
22
Háblame desde esa estrella, desde ese pico del que te balanceas meciéndote entre azaleas, camelias blancas y centellas.
22
Envíame un rayo de sol en el que se lea: Te quiero, con vida y sin ella, en mí dejaste tal huella que no la borra ni la más violenta marea.
2222
Fontana
sábado, 9 de mayo de 2009
Ayer me aventuré, allende los mares, y cruzando el Atlántico te encontré entre girasoles, trigos y olivares, Tres Arroyos..., de ello dan fe.
22
Bienhechor Abel, ante vos me rindo, sos campo, río, urbe y playa, fresco y dulce como el tamarindo, un buen argentino donde los haya.
22
Tu peculiar deje tomo prestado con licencia de la castellana poesía, y es que con él me has prendado como también lo hizo tu galantería. 22
Desde hoy, esperaré junto a este puerto el regreso de ese barco que a mi bahía llegó, con el corazón de par en par abierto para estrechar la mano, que a la mía se ciñó.
2222
Fontana
martes, 5 de mayo de 2009
Después de estos días de asueto donde cuerpo y mente se laxa vuelvo de nuevo a casa y me encuentro con tu soneto.
22
“Novia de tu soledad”, me llamas, ángel azul llegado del cielo, te respondo, en mí reparas, y en ti me escondo para hacer de nuestro vivir una amalgama.
22
Romper quiero tu triste encierro, hacerlo estallar en mil cachitos, recoger cada uno de los pedacitos en una cajita, y ponerlos camino del destierro
22
echándola al cauce de un profundo río, y a la deriva, cuando llegue a mar abierto el tiempo y la pleamar la regresará a puerto vacía de soledad, desconsuelo y frío;
22
la recompondremos llenándola de alegría, dulces palabras, alborozos, de inacabables días luminosos, de puestas y amaneceres, en ésa, nuestra bahía.
2222
Fontana
domingo, 3 de mayo de 2009
Yo persigo un sueño que por muy soñado, nunca alcanzo, sueño en el que veo un remanso de agua, y en el centro, ardiendo un leño.
22
Tibias mis horas se ondulan en esa laguna sin olas, reverberan notas de cien pianolas y miles de mariposas por mi interior pululan.
22
Calma, mi vida, está a mis años, se despereza en un prolongado bostezo que se ahoga en ese fluido espeso que son tus ojos castaños.
22
Asirme, busco, a esa antorcha ardiente que en el centro de la charca flamea, emerger, corchea tras corchea y, miles de mariposas me muestren un sol naciente.