jueves, 5 de febrero de 2009

Otoño crepuscular


A nada escribo en concreto,
a nadie presente en mi caminar,
lo mío es un pasar discreto
en un otoño crepuscular.

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Silencio, un hablar por hablar,
exprimiendo la vida, aprieto
mi último resplandor lunar,
saboreándolo por completo.

22

Sin permiso me entrego al reto,
al frío que llega sin llamar,
a la penúltima página de mi libreto,
al breve instante que me ha de zarandear.

22

No quiero tiempos de asueto,
quiero una era donde trillar,
separar el vacío, lo simple y lo escueto
y, con lo bueno, al deceso poder abrazar.

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Fontana