A veces las palabras, se me esconden,
juguetean, se burlan de mi pensar
y, aunque las ideas me ronden,
22
su ausencia no deja de aguijonear
en ese irreal laberinto inconforme
que a cada instante me hace palpitar.
22
Tal confusión, me aflige... ¡Es enorme!,
y, buscando y rebuscando, no cede,
ningún concepto encuentro que se ahorme
22
a lo que mi corazón siente y no puede
expresar, yendo a contracorriente,
sumergiéndome en el lodo, adrede.
22
Pero dejo pasar ese momento doliente
y, volviendo todo a su orden
fluyen las palabras, de repente.
22
Así es la vida de quien escribe, desorden,
un ir y venir entre flores y abrojos
esperando que las musas me aborden.
2222
Fontana
juguetean, se burlan de mi pensar
y, aunque las ideas me ronden,
22
su ausencia no deja de aguijonear
en ese irreal laberinto inconforme
que a cada instante me hace palpitar.
22
Tal confusión, me aflige... ¡Es enorme!,
y, buscando y rebuscando, no cede,
ningún concepto encuentro que se ahorme
22
a lo que mi corazón siente y no puede
expresar, yendo a contracorriente,
sumergiéndome en el lodo, adrede.
22
Pero dejo pasar ese momento doliente
y, volviendo todo a su orden
fluyen las palabras, de repente.
22
Así es la vida de quien escribe, desorden,
un ir y venir entre flores y abrojos
esperando que las musas me aborden.
2222
Fontana