

juguetean, se burlan de mi pensar
y, aunque las ideas me ronden,
22
su ausencia no deja de aguijonear
en ese irreal laberinto inconforme
que a cada instante me hace palpitar.
22
Tal confusión, me aflige... ¡Es enorme!,
y, buscando y rebuscando, no cede,
ningún concepto encuentro que se ahorme
22
a lo que mi corazón siente y no puede
expresar, yendo a contracorriente,
sumergiéndome en el lodo, adrede.
22
Pero dejo pasar ese momento doliente
y, volviendo todo a su orden
fluyen las palabras, de repente.
22
Así es la vida de quien escribe, desorden,
un ir y venir entre flores y abrojos
esperando que las musas me aborden.
2222
Fontana