Mañana escucharémi lamento al sentirte olvidado,
será tarde, y diré:
¡Qué pena no haberte amado!
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Mañana lloraré
envuelta en la más oscura ceguera,
será tarde, lo sé,
se apagó la vela, se acabó la cera.
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Mañana arderé
en la pira del tiempo no vivido,
será tarde, se fue,
no lo supe abrazar, ahora es ido.
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Mañana, cuando muera,
me iré con el corazón en vilo
no sabiendo si encontraré asilo,
penando por lo que no fue, y era.
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Fontana
