jueves, 29 de mayo de 2008

Dios, nunca se equivoca


Dios te bendijo con hombría e interior belleza,
llevas a flor de piel esas gracias prendidas,
corazón henchido y fría cabeza,
ternura y sapiencia en tu alma esculpidas.

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Un entramado de generosas virtudes te habitan,
paciente y, ante la adversidad, callado,
provocas que reconocimientos y halagos se repitan
cuando ante la vida te revelas, o, eres abnegado.

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Marcado estás con el don de la coherencia,
y como contrapunto, una deliciosa ligereza
de la que muchas veces no tienes consciencia
y que utilizas para sacar fuerzas de flaqueza.

22

Dios te bendijo, y Dios..., nunca se equivoca,
Él te puso en el sendero de su gloria
y, cuando El Altísimo se fija y te toca,
su decisión es acertada, nunca aleatoria.

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Fontana