jueves, 19 de marzo de 2009

Promesa


Se me escapa el alma cuando te veo
y mis labios te niegan el habla,
una promesa cumplo, pero el corazón me salta,
veo tu ventana abierta, y siento un cosquilleo.

22

Se me encoge el alma si tu nombre veo escrito,
el deseo me corta con el filo de su navaja,
y cerrando el puño, quedo triste, cabizbaja,
doliéndome el dolor hasta lo infinito.

22

Se me muere el ser, y con él el alma
cuando pienso lo que te echo en falta,
te sigo pensando como mi torre más alta,
y yo, en mi pequeñez, quien más te ama.

22

Pero el juramento que me hice, asumo,
devoro llanto, pena, y sobre ellos me encaramo,
sólo a mí misma la culpa reclamo
y entre yermos amaneceres, me consumo.

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Fontana