¿En qué paraíso me hallo que sin ti vivir ya puedo, será que ya no me apuntas con el dedo, o, quizá el olvido haya llegado? Ya no me hundo, sino nado, y a la orilla arribo con aliento, atrás quedó el camino polvoriento, las noches de enfado y sospechas, de tantas y tantas abiertas brechas cicatrizadas por el aburrimiento.
22
Pero tú, en este momento, te dirás: Si me escribe..., me recuerda..., y por mucho que la memoria pierda, lo vivido no la dejará en paz. -No, ha sido un pensamiento fugaz, las últimas letras del olvido, mi amor, nuestro amor es ido pero, en verde campo reposa y, como la vida es caprichosa... ¡Quién sabe si es, o no, punto y seguido!-
2222
Fontana
jueves, 19 de marzo de 2009
Se me escapa el alma cuando te veo y mis labios te niegan el habla, una promesa cumplo, pero el corazón me salta, veo tu ventana abierta, y siento un cosquilleo.
22
Se me encoge el alma si tu nombre veo escrito, el deseo me corta con el filo de su navaja, y cerrando el puño, quedo triste, cabizbaja, doliéndome el dolor hasta lo infinito.
22
Se me muere el ser, y con él el alma cuando pienso lo que te echo en falta, te sigo pensando como mi torre más alta, y yo, en mi pequeñez, quien más te ama.
22
Pero el juramento que me hice, asumo, devoro llanto, pena, y sobre ellos me encaramo, sólo a mí misma la culpa reclamo y entre yermos amaneceres, me consumo.
2222
Fontana
viernes, 13 de marzo de 2009
Cavé un hoyo en la arena, donde el agua, pensé, no llegaría, pues lo que iba a enterrar, temía, volviera a florecer como la azucena.
22
Tu recuerdo, con olvido lo quise esconder bajo una montaña de pena, pero cuando la furia del amor atruena, montaña, hoyo, ni pena, la puede adormecer.
2222
Fontana
martes, 10 de marzo de 2009
En el libro de mi vida, entre hoja y hoja duerme la arena que el viento deposita, poso de algazara que de un lado a otro se agita, mientras las cuitas, derraman su savia roja.
22
Página a página, deshojando la margarita, sí, no, sí, no..., es mi vida una paradoja, exultante de alegría, y rota por la congoja, en su justa medida, ninguna, ni finita.
22
Letras, que como gotas de fino rocío, van calando, formando parte de otra hoja, cada pliego alimenta al mismo río para desembocar en ese mar bravío que, aun mansamente calmo, todo lo moja.