viernes, 11 de noviembre de 2011

Quería soñar sin amar




Había un hombre maduro,
maduro pero sin par,
rompía el aire en susurro
cuando se hacía llegar.
Mataba con la mirada,
mirada de hombre cabal,
de amor hacía presas
a quienes lo osasen mirar.
Amor, tenía por nombre,
nombre dispuesto a amar,
el cielo era su espejo
su mundo la tierra y el mar.
Cegado de amor vivía,
vivía en pasión terrenal
y por las noches venía
a llorar junto al peñascal.
Lágrimas como lagos, caían,
caían en su mundo de bondad,
rodaban por sus mejillas
como lava sin piedad.
Amaba, y no lo quería,
quería soñar sin amar
pues, el amor que él sentía,
era un amor sin igual.

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Fontana