sábado, 19 de noviembre de 2011

Calladamente silente



Ya no me quedan versos que dedicarte,
el agua de la fontana, se secó,
pero jamás podré olvidarte
aunque mi corazón se durmió.

22

Nunca fuiste un broche en la solapa,
ni un trofeo en la vitrina,
ni de mis malos momentos, la tapa,
ni de mi vivir, la espina.

22

Fuiste el que todo lo atrapa,
el que más amor me dio,
el que de mí supo hacer el mapa
de mis deseos, y de luna los vistió.

22

En mi corazón sigue alzada la colina,
y en la cima, el baluarte
y, aunque en estos momentos hay neblina,
ni las nubes ni el olvido me impedirán amarte.

22

Creo que te hago un gran favor
permaneciendo callada, y ausente.

2222

Fontana