Cuando el odio se instala en las entrañas
el eco del recuerdo despierta la memoria
que dormida sueña en la rueda que es la noria
de la vida, entre vesanias y telarañas
van quedando remembranzas entre las cañas
que varadas se ahogan en el lago de la historia
para terminar sus albas en la pira crematoria
alimentada por rencores, malicias y cizañas.
Entonces, no hay momentos de paz ni gloria,
la muerte en vida es una esquela mortuoria
en espera del implacable tajo de la guadaña.
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Fontana