martes, 15 de marzo de 2011

Eternamente enamorados


Yo estaré al tibio calor de tus labios
protegida entre sus comisuras
y entre tus perlas de nácar puras
engarzada a ti, como cuentas de rosario.

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Yo estaré entre tus cálidas manos
esperando tus inacabables caricias,
absorta ante tus muchas delicias,
arropada por tus albores tempranos.

22

Yo estaré en cada huella de la vereda
quitando las altas hierbas del camino,
enjugando el espinoso rocío salino
con fragantes pétalos de seda.

22

Yo estaré, donde siempre he estado,
al mino de tus palabras primeras,
en ese mirador donde espero y esperas
con el corazón eternamente enamorado.

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Fontana