Voces que en mi interior me habláis,
callad vuestros oprobios,
pues lejos de afrentas y agobios
mi amor por él acrecentáis
22
Dejad que la noche llegue eterna,
que chirríe la puerta al abrirse,
tu voz ha de partirse
ante la suya amorosa y tierna.
22
Gritad, gritadme sin piedad,
romped el tímpano que sordo os niega,
no ganaréis esta brega...,
dejadme en paz, por caridad.
22
¿No comprendéis que sin su vida,
ausente y vacía la mía, no existe?
Voz que a mi interior confusión trajiste,
lo amo..., y nada habrá que lo impida.
2222
Fontana
callad vuestros oprobios,
pues lejos de afrentas y agobios
mi amor por él acrecentáis
22
Dejad que la noche llegue eterna,
que chirríe la puerta al abrirse,
tu voz ha de partirse
ante la suya amorosa y tierna.
22
Gritad, gritadme sin piedad,
romped el tímpano que sordo os niega,
no ganaréis esta brega...,
dejadme en paz, por caridad.
22
¿No comprendéis que sin su vida,
ausente y vacía la mía, no existe?
Voz que a mi interior confusión trajiste,
lo amo..., y nada habrá que lo impida.
2222
Fontana