jueves, 12 de junio de 2008

A un corazón velado


No estés triste, mi vida,
porque aunque anoche no me encontraste,
sabes que la rosa que cortaste
quedó en ti prendida,
y por mucho que lo intente,
de sobra queda patente
que jamás emprenderá la huida.

2222

Fontana




 
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