Cuando te digo... Te quiero,siempre te llamo por tu nombre,
sin duda, que no te asombre,
tú eres para mí el primero.
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Te podría llamar... Mi cielo
pero, es demasiado genérico,
no busco un nombre poético
sino, tu nombre verdadero.
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No quiero que te confundan
con cualquier otro por las calles,
sólo son unos pequeños detalles,
las particularidades no abundan.
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Para mí eres único, indescriptible,
si el amor tuviera algún nombre,
sería el tuyo, el de mi hombre,
en amor y ternura, eres infalible.
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No digas a nadie quién escribió esto,
todas me tendrán excesiva envidia,
almas con la tuya, tan dulce y tibia,
sólo hay una, y es mía, por supuesto.
Fontana
