viernes, 5 de febrero de 2010

En la parada del bus


Historias contadas, es la vida,
retazos de noches insomnes sin dormir,
una tela, de anécdotas, tejida,
anhelos de días por venir.

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Contada tengo mi vida, línea a línea
la voy describiendo aquí,
recta, unas veces, y otras curvilínea,
motivaciones de aquí y de allí.

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Envuelta en el humo de un cigarro,
bebiendo en copa de marfil,
y entre copla y copla, narro
las gracias y desgracias de esta vida hostil.

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Rompo a llorar o a reír de igual manera,
así es la vida que me toca vivir,
pero siempre al borde de la acera
esperando el autobús del porvenir.

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Fontana