Siempre me haces trampa,
vuelves tierno, manso,
para luego ese remanso
ser tormenta que no escampa.
22
Vas y vienes a tus anchas,
juegas, lloras, suspiras, vives,
y después, sin más me escribes
queriendo borrar las manchas.
22
¡Qué tortura representamos,
qué calvario no saber olvidar,
qué amor, éste, tan singular,
qué cruz a la espalda nos echamos!
22
El mundo nos queda pequeño,
pues, en su gran inmensidad
no hallamos respuesta a la ansiedad
queriendo ser, uno, del otro, dueño.
2222
Fontana
vuelves tierno, manso,
para luego ese remanso
ser tormenta que no escampa.
22
Vas y vienes a tus anchas,
juegas, lloras, suspiras, vives,
y después, sin más me escribes
queriendo borrar las manchas.
22
¡Qué tortura representamos,
qué calvario no saber olvidar,
qué amor, éste, tan singular,
qué cruz a la espalda nos echamos!
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El mundo nos queda pequeño,
pues, en su gran inmensidad
no hallamos respuesta a la ansiedad
queriendo ser, uno, del otro, dueño.
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Fontana