miércoles, 24 de junio de 2009
Carpe diem...
Término con el que has marcado tu vida,
presente al que das la bienvenida,
futuro al que no das cabida,
y pretérito del que emprendes la huida.
22
¿Se puede vivir sólo de momentos,
de cortos espacios de tiempo que se olvidan,
de minutos que aun siendo lentos,
por minúsculos, en ti no anidan?
22
La vida es más pasado que presente,
de recuerdos se alimentan las mentes,
en las ilusiones se guarda la creciente
de instantes por vivir todavía ausentes.
22
Carpe diem...
Nadie puede sostenerse en dos palabras
a no ser que, la caja de la memoria, abras,
que la vida no es sólo dos palabras...
La vida es el futuro que te labras.
2222
Fontana
Término con el que has marcado tu vida,
presente al que das la bienvenida,
futuro al que no das cabida,
y pretérito del que emprendes la huida.
22
¿Se puede vivir sólo de momentos,
de cortos espacios de tiempo que se olvidan,
de minutos que aun siendo lentos,
por minúsculos, en ti no anidan?
22
La vida es más pasado que presente,
de recuerdos se alimentan las mentes,
en las ilusiones se guarda la creciente
de instantes por vivir todavía ausentes.
22
Carpe diem...
Nadie puede sostenerse en dos palabras
a no ser que, la caja de la memoria, abras,
que la vida no es sólo dos palabras...
La vida es el futuro que te labras.
2222
Fontana
martes, 23 de junio de 2009
Siempre me haces trampa,
vuelves tierno, manso,
para luego ese remanso
ser tormenta que no escampa.
22
Vas y vienes a tus anchas,
juegas, lloras, suspiras, vives,
y después, sin más me escribes
queriendo borrar las manchas.
22
¡Qué tortura representamos,
qué calvario no saber olvidar,
qué amor, éste, tan singular,
qué cruz a la espalda nos echamos!
22
El mundo nos queda pequeño,
pues, en su gran inmensidad
no hallamos respuesta a la ansiedad
queriendo ser, uno, del otro, dueño.
2222
Fontana
vuelves tierno, manso,
para luego ese remanso
ser tormenta que no escampa.
22
Vas y vienes a tus anchas,
juegas, lloras, suspiras, vives,
y después, sin más me escribes
queriendo borrar las manchas.
22
¡Qué tortura representamos,
qué calvario no saber olvidar,
qué amor, éste, tan singular,
qué cruz a la espalda nos echamos!
22
El mundo nos queda pequeño,
pues, en su gran inmensidad
no hallamos respuesta a la ansiedad
queriendo ser, uno, del otro, dueño.
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Fontana
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